Autora: Carolina Peña
De manera extra oficial, los orígenes de este día se remontan a 1981, cuando militantes y activistas en favor del derecho de la mujer lanzaban sus protestas ante la violencia de género (ONU mujeres, 2020). Sin embargo, el origen es para conmemorar el brutal asesinato de las hermanas Mirabal (Minerva, Patria y María Teresa), tres activistas políticas de República Dominicana que fueron brutalmente asesinadas en 1960 por orden del gobernante dominicano, Rafael Trujillo (1930-1961).
La violencia de género contra niñas y mujeres es una vulneración a los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras que se mantiene históricamente y sobre las que apenas se informa. En el contexto actual, el Sistema ECU 911 ha registrado 76.661 llamadas por violencia intrafamiliar desde inicios de la emergencia sanitaria hasta el 22 de noviembre, aproximadamente 300 llamadas diarias. Del total de llamadas, el 51,37% se ha clasificado como violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar psicológica, 36,34% como violencia intrafamiliar, 12,16% como violencia física y 0,14% como violencia sexual.
Sin embargo, también se debe considerar que la normalización de la violencia está arraigada en la cultura machista actual del país, por lo cual las denuncias pueden ser considerablemente inferiores a la realidad. La violencia de género además está acompañada de la impunidad de la cual disfrutan los perpetradores, y el silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas, lo cual hace más difícil su visibilización.
En Ecuador, 65 de cada 100 mujeres han experimentado por lo menos un hecho de algún tipo de violencia en alguno de los distintos ámbitos a lo largo de su vida. El 56.9% de las mujeres ha experimentado violencia psicológica, 35.4% violencia física, 32.7% violencia sexual y el 16.4% violencia patrimonial (INEC 2019) (Ver gráfico 1).
En los últimos 12 meses (año 2018), la cifra reportada fue de 32 de cada 100 mujeres, siendo la violencia psicológica la de mayor incidencia. A pesar de esta «disminución», la violencia de género no se ha erradicado y ese es el problema. Existen muchos factores que inciden en el incremento de la violencia de género, como la normalización de la misma y la ineficiencia política para generar leyes y normativas que cumplan con ese fin, y la designación de un presupuesto para la implementación de las mismas.
La escasa voluntad política para la erradicación de la violencia de género se hace expresa con la diminución del presupuesto para la implementación de la Ley para Erradicar y Prevenir la Violencia Contra la Mujer, misma que se redujo en un 84% del monto destinado para su aplicación pasando de USD 5,4 millones a USD 876 862 (El Comercio, 2019). Desde 2014 a 2019, solo el 53% de los casos de femicidio han tenido sentencia. Los femicidios son el resultado de la desatención del estado1 para promover campañas y programas informativos que se dirijan para erradicar cualquier manifestación de violencia.
En 2014, en el país se tipifico el femicidio en el Art- 141 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) como «la persona que, como resultado de relaciones de poder manifestadas en cualquier tipo de violencia, dé muerte a una mujer por el hecho de serlo o por su condición de género». Solo en el 2020, se han registrado desde el 1 de enero hasta el 16 de noviembre 101 feminicidios en Ecuador. Cada 72 horas una niña, adolescente o mujer es víctima de la violencia feminicida.
Este crimen se diferencia de un homicidio por la razón que motiva el asesinato, ya que según demuestran las cifras, en el 66,3% de los casos, los feminicidas eran las parejas o exparejas de las víctimas y el 7,9% fueron los propios padres o padrastros (Alianza para el monitoreo y mapeo de los femicidios en Ecuador, 2020). Es decir, las mujeres mueren en manos de quienes alguna vez juraron amarlas.
Es importante visibilizar esta problemática que nos dice que en todo el mundo, casi 3 de cada 5 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o familiares en 2017 (UNODC 2019). Y que 1 de cada 3 mujeres ha sufrido violencia física o sexual, principalmente por parte de una pareja íntima. Al contabilizar el acoso sexual, esta cifra es aún mayor (WHO 2013). La visibilización de la problemática nos permitirá entenderla de mejor manera, y así poder TODAS, TODOS y TODES combatirla.
[1] Influenciada por los feminismos, en el desarrollo del documento utilizo la palabra estado con minúscula aun cuando me refiera a la organización política común del territorio y los órganos de gobierno propios, con el fin de ignorar el poder jerárquico que se le otorga. No constituye una falta ortográfica, es una posición política frente a la vulneración de derechos humanos de las mujeres.
Bibliografía:
Alianza para el monitoreo y mapeo de los femicidios en Ecuador. 2020. Feminicidios en el Ecuador – 1 de enero al 16 de noviembre de 2020. Disponible en: http://www.fundacionaldea.org/noticias-aldea/e44274nd34j379ypj4nersafha952d
INEC. 2019. Encuesta Nacional sobre Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las Mujeres – ENVIGMU. Disponible en: https://www.ecuadorencifras.gob.ec/documentos/web-inec/Estadisticas_Sociales/Violencia_de_genero_2019/Principales%20resultados%20ENVIGMU%202019.pdf
El Comercio. 2019. Médicos y mujeres rechazan reducción de presupuesto en prevención de embarazo adolescente y violencia de género. Disponible en: https://www.elcomercio.com/actualidad/reduccion-presupuesto-prevencion-violencia-genero.html
UNODC. 2019. Estudio mundial sobre homicidio. Disponible en. https://www.unodc.org/unodc/en/data-and-analysis/global-study-on-homicide.html
WHO. 2013. Global and regional estimates of violence against women. Disponible en: https://www.who.int/gho/publications/world_health_statistics/EN_WHS2013_Full.pdf
Autora:
Carolina Peña
Economista de la Universidad Central del Ecuador con especialización en género, violencia y derechos humanos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales – FLACSO Ecuador. Cuenta con experiencia en investigación e implementación de proyectos en desarrollo sostenible, género y políticas públicas.