Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, un conjunto de herramientas para enfrentar la crisis

Alvaro Andrade – Investoria Foundation

Debido a la crisis generada por la pandemia del COVID-19 el mundo se ha visto obligado a detenerse y repensar el desarrollo de los países. La pandemia ha cobrado muchas vidas y ha generado pérdidas millonarias, Ecuador no es la excepción. En la actualidad, las cifras oficiales del gobierno ecuatoriano registran más de 50.000 personas contagiadas y cerca de 7.000 muertes debido a la crisis sanitaria por el COVID-19 (Ministerio de Salud Pública, junio 2020). Además de los costos humanos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que la economía nacional tendrá un decrecimiento de -6,3% según las proyecciones realizadas en abril de 2020. Además, se registraron al menos 200.000 desafiliaciones entre marzo y junio del presente año según declaraciones a medios de comunicación de las Cámaras de Comercio de Quito y Guayaquil. 

La crisis también ha evidenciado la capacidad limitada de los sistemas de salud y educación, graves problemas de corrupción y una débil institucionalidad del Estado. Ante este difícil escenario, se vuelve una necesidad urgente repensar el modelo de desarrollo nacional y potenciar la generación de alianzas para responder de forma sostenible a la crisis. En 2017 el Gobierno Nacional y la Asamblea Nacional, en diferentes momentos, hicieron oficial su compromiso por el cumplimiento de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. Este compromiso, a pesar de su casi nula implementación, toma vital importancia frente a la situación actual. 

La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), por su carácter integral y su compromiso aspiracional de erradicar la pobreza, generar prosperidad, proteger al planeta a través de la generación de alianzas y promoción de la paz sin que nadie se quede fuera; se convierte en una herramienta fundamental para reordenar y orientar la política y planificación nacional y local. Es así como, más allá de un compromiso escrito, los ODS se deben transformar en acciones concretas para el desarrollo de las personas y los territorios.

Los ODS plantean una hoja de ruta que permite orientar los esfuerzos de la sociedad hacia una meta compartida, la sostenibilidad. Los ODS plantean un conjunto de 169 metas y 241 indicadores que facilitan a los actores sociales priorizar y alinear su trabajo hacia el desarrollo sostenible. Frente a la crisis que atravesamos son necesidades apremiantes del país cumplir acciones como garantizar la la provisión de servicios básicos, servicios de salud, educación y transporte público de calidad, asegurar el empleo decente, crecimiento económico diversificado y sostenido, contar con instituciones sólidas y promover la inclusión y participación de todos los sectores y niveles en la planificación para el desarrollo. Todas las acciones mencionadas no son nuevas, se han planteado en los ODS que están vigentes desde 2015. Sin embargo, han sido prácticamente olvidadas en el discurso oficial del gobierno desde la firma del compromiso nacional en 2017.

Es importante reconocer los esfuerzos del sector privado y sociedad civil en la implementación y generación de incidencia a favor del cumplimiento de los ODS. Sin embargo, es necesario exigir un mayor compromiso al gobierno nacional y gobiernos locales para incluir la Agenda 2030 dentro de la planificación como una herramienta que permite juntar esfuerzos, sistematizar las problemáticas y orientar las visiones de largo plazo hacia el desarrollo sostenible. La crisis actual nos ha demostrado que la desigualdad si es un problema de vida o muerte, que la economía no puede depender únicamente del petróleo y que la planificación debe ser un proceso compartido de construcción continua. El tiempo apremia y es necesario que usemos todas las herramientas que están a disposición para promover el desarrollo de todas las personas. Se debe evitar duplicar esfuerzos y poner en práctica soluciones que ya han sido planteadas.

El COVID-19 ha acentuado problemáticas generalizadas en Ecuador. Por ello, es necesario tratarlas de una forma integral, con soluciones que involucren a todas las personas, olvidar la fragmentación social existente y usar los recursos disponibles de forma eficiente. Se hace un llamado al sector público a garantizar la transparencia de su accionar, a los gobiernos locales a cumplir sus competencias de forma responsable y al resto de sectores a ser parte activa del desarrollo. Solo de esta forma será posible salir adelante y cerrar las brechas que se han incrementado a raíz de la pandemia. En este sentido los ODS son una herramienta que posibilita acelerar las acciones para salir adelante y lograr el desarrollo sostenible. 

Fuentes:

Fondo Monetario Internacional. (abril, 2020). Perspectivas de la Economía Mundial, abril de 2020. Recuperado de https://www.imf.org/es/Publications/WEO/Issues/2020/04/14/weo-april-2020

El Universo. (junio, 2020). 200 000 desafiliaciones al IESS se registran en Ecuador; 45% se dieron en Pichincha. Recuperado de https://www.eluniverso.com/noticias/2020/06/09/nota/7867125/desafiliaciones-afiliaciones-desempleo-iess-ecuador

Ministerio de Salud Pública. (junio, 2020). Situación nacional por COVID-19. Actualizado al 19 de junio. Recuperado de https://twitter.com/Salud_Ec/status/1274028240605196290/photo/1

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